La otoplastia, o cirugía de orejas, permite corregir la posición, el tamaño o la forma de las orejas. ¿Sabías que cada vez más pacientes nos preguntan por ella? Te decimos el por qué.
La mascarilla ha sido (y sigue siendo) necesaria para frenar el avance de la pandemia del coronavirus. Aunque hay que reconocer que su uso puede acentuar ciertos complejos estéticos, como las orejas de soplillo. Y es que la tensión de las gomas provoca que estas resalten más, incluso que se acentúe la apertura de las ojeras.
Este complejo afecta tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, los varones suelen llevar el pelo corto, lo que las hace más visibles y recurren antes a una clínica estética. En cambio, algunas mujeres pueden disimular sus orejas dejándose el pelo suelo, aunque la incomodidad no desaparece.
En ocasiones, esto supone algo más que un problema estético. Quienes tienen las orejas muy abiertas pueden ser objeto de burla desde su infancia y provocar una baja autoestima. Por eso, la mascarilla ha hecho que muchos sean más conscientes de su complejo y busquen una solución para verse mejor. De ahí que haya crecido el interés por la otoplastia o cirugía de orejas en estos últimos años.
La intervención suele durar una hora más o menos, aunque depende del caso. El proceso dependerá de lo que quieras cambiar.
En concreto, para corregir las orejas de soplillo, el cirujano estético seguirá los siguientes pasos:
La cicatriz apenas será visible, ya que queda detrás de la oreja. Los resultados son permanentes y se perciben de forma inmediata.
Tras la cirugía, deberás tomar algunas precauciones como:
Aquí te dejamos un caso real de otoplastia realizada en nuestra clínica estética en Sevilla. Si tú también quieres verte mejor, solicita ahora tu primera consulta gratuita y ¡libérate de complejos!